A su vez, uno de cada seis conductores pone su seguridad en alto riesgo debido a la baja presión de inflado (diez y medía libras por debajo de lo recomendado por el fabricante del vehículo).
No obstante esta situación, anualmente los conductores desperdician innecesariamente 660 millones de litros de combustible, equivalente a un total de 645 millones de dólares, que a su vez se refleja en un alto índice de contaminación al medio ambiente generando 1,552 millones de kgs de CO2.
Estas son las conclusiones de los chequeos de seguridad realizados en 6.240 vehículos en 6 países de América Latina durante 2008. (Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México y Venezuela).Los chequeos gratuitos fueron realizados por Bridgestone en centros comerciales, estacionamientos públicos y centros vacacionales.
Esta acción forman parte de la campaña Por una conducción más ecológica, un programa mundial realizado por Bridgestone junto con la FIA (Federación Internacional del Automóvil), comenzado en el 2008 y que tiene como objetivo reducir el impacto de los vehículos en el medio ambiente.
La baja presión de inflado también causa un efecto extremadamente negativo en la durabilidad de los neumáticos, debido al excesivo trabajo de la banda de rodamiento y la flexión de las paredes laterales.
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