martes, 31 de marzo de 2009

Churromanía y KFC se aliaron por una buena causa.


Donaron Bs.F. 141.000 a la Asociación Civil de la Comunidad Camurí Grande.

Tal vez para muchos es difícil creer que en los negocios haya cierta unión favorable, sobre todo cuando pudieran considerarse competencia. Sin embargo, para los consorcios Churromanía y KFC, esta posibilidad sí es efectiva, pues son aliados estratégicos para desarrollar proyectos de responsabilidad social, que se hicieron palpables con la entrega de 141 mil bolívares fuertes a la Asociación Civil de la Comunidad Camurí Grande, para la creación del núcleo Orquestal Coral Parroquia Naiguatá, beneficio que obtienen gracias a la asesoría de la Fundación Venezuela Sin Limites, que trabaja conjuntamente con Churromanía desde sus comienzos en el desarrollo de iniciativas como ésta.

En este sentido, el proyecto “Viva la música” tendrá como objetivo incluir a todos los niños y adolescentes que deseen expresar sus inquietudes musicales y a su vez procurarle calidad de vida a la comunidad de Camurí Grande, cuyos habitantes sentían la intranquilidad de que sus muchachos se descarrilaran en sus momentos de ocio.

Así lo explicó Verónica Rodríguez de Guruceaga, directora general de la AC Camurí Grande. “Los jóvenes ahora tienen la oportunidad de integrarse a este proyecto cultural, que les brinda los beneficios de formarse en su tiempo libre, con valores, morales y éticos, para que se alejen de un ambiente desfavorable como las drogas o la violencia”.

Al consultarle cómo fue la escogencia de la música, la directora resaltó que primero pensaron en el talento que hay en la costa y luego analizaron la efectividad, porque ya se había implementado hace 20 años el núcleo del sistema de orquestas y funcionó.

“Hemos visto cómo se pierden los jóvenes en las drogas, esa preocupación nos la trasmitió la comunidad y su necesidad real la escuchamos y tratamos de solventarla, con la remodelación de esta casa del centro comunitario, que estará lista en tres meses. Para 2011 esperamos tener la sede definitiva, estamos en la fase II que es adquirir el terreno y construirlo”.

En cuanto a los beneficiados, la licenciada Dina Casales, presidenta de la orquesta de Vargas, comentó que este núcleo en Naiguatá sería el cuarto que se funda, pues ya existen en las parroquias de Maiquetía, Catia La Mar y Caraballeda. “Es una experiencia la transformación que viven los muchachos con la música, donde conviven, comparten y se integran. Son cuatro familias de instrumentos orquestales: cuerda, madera, metales y percusión”. Dijo que la meta es llegar a 11 núcleos, y que actualmente hay 480 niños y niñas integradas, pero esperan tener 480 inscritos. Además, se supo que dentro de poco se creará otra sede en la parroquia Urimare.

De igual forma, Mireya Blavia de Cisneros, presidenta de la Asociación Civil Venezuela, expresó con mucha alegría poder ser parte de este apoyo, ya que son los intermediarios entre los donativos y los necesitados.

“Nuestro rol es unir las empresas que desean ayudar a los que solicitan apoyo. Tenemos 300 organizaciones registradas que requieren sustento y nuestro trabajo diario es encontrar esa colaboración”.

Asimismo, hizo hincapié en que los franquiciados se van a motivar al ver este logro, pero lo más importante a su juicio es resaltar los indicadores de las necesidades, cuántos niños ingresan y cuántos núcleos deberían crearse. “Es conocer nuestro impacto, estar enfocados en la huella que dejaremos en la población. No es ayudar por ayudar, es involucrarse, ya que estamos transformando y lo podemos hacer mejor”.

¿Cómo surgió la idea?
Ariel Acosta Rubio, presidente fundador de Churromanía, indicó que la idea fue parte de una estrategia que materializó luego de que la empresa a la que representa tuviese una disputa legal con KFC. “Es una historia muy bonita porque la iniciativa surgió de un conflicto, ya que KFC estaba usando el eslogan ‘Para chuparse los dedos’, en principio pensamos demandarlos porque dicha frase la teníamos registrada, pero ellos se acercaron, nos explicaron su intención y pidieron que dejáramos utilizarlos hasta que se terminara un inventario de unos vasos donde estaba impreso el eslogan. Yo acepté, dándole una concesión por 90 días y con la condición de que se integrara en esta labor social, que estaba basada en un programa de música. Ellos aceptaron, ahora queremos que otras marcas se unan a nosotros, para que aporten el 1.5% de sus ventas”.

Seguidamente, recordó que en los 12 años que llevan, han realizado varios proyectos que han cambiado en cada aniversario. Sin embargo, decidieron quedarse con “Viva la música” por un tiempo más largo. Al plantearle la inquietud de que si además de haberse unido en esta causa común, se podrían unir en otras promociones comerciales o estrategias de ventas, respondió que lo han considerado.

Por su parte, Xavier Medrano, gerente general de KFC, refirió que no hubo un antecedente extraordinario, sino una mala interpretación de la parte legal. “Es maravilloso que nos invitaran a participar y no dudamos porque el proyecto es muy concreto, visible y sustentable en el tiempo. Está alineado con lo que queremos que la gente sepa de nosotros, porque anteriormente realizamos obras de responsabilidad social, pero no las habíamos divulgado”.

Atahualpa Penzo / El Carabobeño.

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