domingo, 22 de marzo de 2009

Las Fundaciones ofrecen la cara más altruista de la empresa

Unicaja, Sando, Torcal Autoescuelas, Novasoft y Fuerte Hoteles figuran entre las compañías malagueñas que han creado su propia organización sin ánimo de lucro.

Eugenio Cabezas / Málaga.
Entidad sin ánimo de lucro. Este es uno de los rasgos distintivos de una fundación. Decenas de empresas, instituciones y entidades financieras tienen en Málaga su propia organización de estas características, a través de la cual canalizan su acción altruista. La responsabilidad social corporativa parte de la premisa de que el tejido empresarial tiene la obligación moral de devolver a la sociedad una parte de lo que consigue de ella a través de obras sociales, investigaciones, acciones formativas y demás acciones benéficas.

Como ejemplo del auge que tiene este fenómeno en Andalucía, en los tres últimos años se han creado un total de 163 fundaciones. Sólo en 2008 se inscribieron setenta nuevas en los registros de la Asociación de Fundaciones Andaluza (AFA), un organismo creado hace seis años con el objetivo de canalizar la actividad de estas organizaciones, ofreciendo información sobre un sector del que existe un gran desconocimiento», según explica su director, Juan Luis Muñoz Escassi.
«La gente escucha la palabra fundación y la asocia con poco trabajo, ventajas fiscales y un lugar a donde colocan a responsables de las empresas que han sido apartados de la primera línea», comenta este especialista, quien cree que esta imagen distorsionada no tiene nada que ver con la realidad de un sector integrado en Andalucía por más de un millar de organizaciones –de las que unas 800 están activas, 88 de ellas malagueñas– y que mueve más de 100 millones de euros sólo contando las principales fundaciones empresariales –que generaron en torno a 13 millones en 2008– y las cajas de ahorro –con 88 millones–.

Precisamente, en este último grupo están algunas de las fundaciones más activas a nivel social en la provincia, como es el caso de las Fundaciones Unicaja y Unicaja-Ronda, englobadas en el paraguas de la Obra Social de la primera entidad financiera de la región andaluza.

Obras sociales.-
La mitad de la inversión de la Obra Social de Unicaja en 2008 –que alcanzó 68 millones de euros– se destinó a actividades culturales y deportivas de las que se beneficiaron más de tres millones de personas. Le sigue la asistencia social y sanitaria, con el 30% del presupuesto. En tercer lugar están las actividades relacionadas con la mejora de la educación y la investigación –con 540.000 beneficiarios–, y por último, la promoción del patrimonio histórico, artístico y natural.

Entre los proyectos en los que se han implicado las fundaciones de Unicaja en el último año destacan las exposiciones artísticas en las calles. Asimismo, se ha restaurado el Museo Joaquín Peinado de Ronda, y el Conservatorio María Cristina, en la capital. Para este año hay varios proyectos en marcha, como la rehabilitación de los clubes de jubilados, la creación del Instituto Superior de Música Unicaja o el Centro Unicaja de Cultura en Cádiz.

Empresas malagueñas como Fuerte Hoteles o Torcal Autoescuelas también tienen creadas fundaciones desde hace varios años, con actividades que abarcan desde proyectos de ayuda al desarrollo hasta lucha contra la drogas, educación vial y atención a mayores.

Otra de las fundaciones más activas en los últimos años en la provincia ha sido la promovida por la constructora y promotora Sando. Dotada con un presupuesto de dos millones de euros, entre sus actividades recientes figura un estudio a nivel nacional sobre la seguridad y la salud en el sector del ladrillo, cuyos resultados se han presentado en el Primer Encuentro Nacional de Seguridad y Salud en la Construcción.

Asimismo, la Fundación Sando suscribió las pasadas Navidades un convenio con la Federación de Bancos de Alimentos por el que se comprometió a donar el equivalente a 15.000 kilos de alimentos para que se repartieran por todo el territorio nacional.

En la lista de fundaciones malagueñas también se incluyen iniciativas promovidas por empresas tecnológicas, como Novasoft, que además forma parte a su vez de otras importantes y muy activas fundaciones malagueñas, como la Fundación Málaga, la de Manuel Alcántara, la del Museo Picasso o Deporte es Vida.

La ‘moda’ de las fundaciones ha llegado también a las instituciones y prácticamente todas las consejerías de la Junta han impulsado una. Así, entre las más potentes está la impulsada por la Consejería de Innovación, la Corporación Tecnológica de Andalucía, en la que están presentes compañías de primer nivel, con un presupuesto de 90 millones para fomentar la I+D en las empresas. «Como hay pocas grandes empresas y escasa inversión en investigación en Andalucía, esta se está canalizando a través de las fundaciones», explica Muñoz Escassi, quien cree que la crisis puede ser «un buen acicate» para el sector, «ya que se dejará de depender tanto de lo público y se buscará más la iniciativa privada, al tiempo que se apostará por la innovación», dice.

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