La medición de la Responsabilidad Social.

Con el crecimiento de las acciones responsables por parte de las empresas, se ha incrementado también la necesidad de medir, bajo una visión de gestión y resultados, este aspecto de la organización, para ver su impacto en el entorno.

Es útil medir la responsabilidad social empresarial para verificar que esta sea inversión y no gasto, evaluar si las acciones emprendidas generaron rentabilidad, preferencia o reputación, y finalmente, conocer el impacto de las iniciativas.


Esto es vital, ya que ofrece la oportunidad de retroalimentar los programas, aplicar correctivos, y fijar una estrategia.

Algunas de las preguntas que la compañía debería responder son: ¿cuánto se invirtió en RSE el año pasado?, ¿qué programas y temas fueron el foco?, ¿en qué y cuánto desembolsaron los competidores?, ¿cómo ha sido evaluada la empresa por los empleados?, ¿y por las comunidades vecinas?, ¿ha disminuido el impacto de la organización sobre el ambiente? Cualquier directivo de empresa debe ser capaz de responder estas interrogantes ante cualquier audiencia, en el momento que lo defina, claro.

Lo anterior solo nos deja con un reto: medir, medir, medir.

A través de indicadores de gestión el directivo de la empresa puede saber cuántos talleres se han dado en el barrio cercano a las instalaciones de su planta. También sabrá cuántos niños fueron atendidos por el programa de prevención, si ha habido reducción en el uso de papel blanco en la organización, y qué porcentaje de los hijos de los empleados participan en el plan vacacional.

Lo que no sabrá es cuántos de esos niños fueron verdaderamente impactados por las actividades allí realizadas, si de los que recibieron la jornada de talleres preventivos hubo alguno que cayó en drogas o si los talleres a mujeres emprendedoras resultaron en una cooperativa.

Esto no tiene por qué angustiarnos. El primer paso es medir qué hacemos y qué no hacemos, y saber si las metas planteadas se han cumplido.

El siguiente paso es usar metodologías cuantitativas y cualitativas para valorar el alcance de dichas acciones. Empecemos por indicadores establecidos por organismos internacionales y regionales que otorgan un primer paso a la medición de gestión.

Algunos de los modelos y lineamientos de medición con los que cuenta la empresa son: -Índice para la RSE. Centro para la Responsabilidad Social del Grupo Interrupción. Permite medir el grado de RSE de una empresa en sus acciones cotidianas.

-Norma SA 8000. Es un estándar internacional para evaluar la RSE de proveedores y vendedores. La norma SA 8000 provee la metodología para analizar las condiciones en el sitio de labores, incluyendo la seguridad ocupacional, la libertad de asociación, discriminación, remuneraciones.

-The Global Reporting Initiative (GRI). Es una metodología de aceptación general para elaborar memorias de sostenibilidad.

-Libro Verde para promover la RSE de la Comisión Europea. Establece pautas de actuación para los gobiernos europeos respecto a la promoción, difusión y legislación de la RSE.

-AA1000 Series. Ofrece formación y certificación profesional y se compromete a la investigación puntera y a la propugnación de política pública. Account Ability ha adoptado un modelo de gobierno innovador y con participantes múltiples, permitiendo la inclusión directa de sus miembros individuales y corporativos, que abarcan el sector empresarial, organizaciones de sociedad civil y el sector público de diferentes países de todo el mundo.

-Indicadores del Instituto Ethos (Brasil). Herramienta de uso interno, que permite la valoración de la gestión de RSE, y planificar el monitoreo del desempeño general de la empresa. Los indicadores abarcan temas como transparencia, público interno, medio ambiente, proveedores, consumidores y clientes.


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Katheryne V. Molina Medina
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