La importancia de Pertenecer.

A veces se cree que las empresas son entes malévolos que parasitan a sus empleados en pro de sus ganancias, pero la realidad es que -con el comienzo de la Responsabilidad Social Empresarial- la empresa se junta a su entorno y fusiona su actividad con los derechos humanos, sociales y medioambientales.

Está muy fresca en la percepción colectiva la idea de que las empresas son organismos depredadores cuya finalidad es el lucro indiscriminado a través de la explotación insaciable del entorno y de los trabajadores a los que ocupa. Y es natural que así sea, puesto que es muy reciente el hecho de las empresas en todo el mundo comienzen a pertenecer a los lugares donde desarrollan su actividad.

La Responsabilidad Social Empresarial ha sido el vehículo a través del cual la mirada absorta del empresariado despierta a un mundo que amerita su activa participación en la resolución de urgencias medioambientales, desequilibrios sociales y la preservación de los Derechos Humanos.

A decir de Mireya Vargas, notable investigadora y pionera de RSE en Venezuela, existe una concepción donde Derechos Humanos y Desarrollo Sostenible son inseparables:
Desde la perspectiva de la Responsabilidad Social Corporativa, lo que está planteado es un nuevo paradigma de empresa en el que -siendo como es un importante actor social, económico y medio ambiental en una economía globalizada- el respeto a los Derechos Humanos contribuye a su legitimidad e identidad.

De tal modo que la empresa no es ya un testigo ajeno a lo que sucede a su alrededor. La empresa no es sólo una entidad que hace dinero. Es un actor generador de bienestar, de condiciones que preservan a generaciones futuras, una entidad desde donde se ensayan nuevas relaciones entre trabajadores, comunidades y patronos.

En nuestro país, la Responsabilidad Social Empresarial comienza a entenderse y a extenderse en un momento crucial de cambios en la composición de la estructura económica de la actividad productiva. Las empresas con años de práctica, como es el caso de Polar, cosechan hoy la fidelidad de sus empleados y la comunidad. Sin duda, disfrutan el retorno de una inversión social que señala la importancia de pertenecer.

Vía: Ingenio Agencia de Comunicaciones-Nirma Hernández 7 de mayo de 2009
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